martes, 9 de julio de 2013

Una gran broma

Casi dos meses sin escribir, ¡un nuevo record personal!.

Aprovechando un momento de reflexivo insomnio les traigo un pequeño escrito, muy ligero, con mis claros toques pretenciosos para endulzarlo (o agriarlo, si no te agrada lo dulce [en cuyo caso estas clinicamente demente]).

Eso si, les advierto, tiene una gran carga emocional de "fin de semana terrible".


Una gran broma

¿Y si la vida fuese una broma?
A mi me lo parece. Naces, creces, mueres.
Tiene un aburrido principio, un inquietante nudo,
Casi siempre un desabrido final
Un chiste sin gracia que mancha una obra con potencial.

¿Oíste de Alejandro el Grande?
Señor de Macedonia, de Persia, de Egipto, de Alexandria.
Murió de fiebre en su momento de mayor gloria.
¿Qué puede ser más gracioso que eso?
Quizás el amor de una madre que odias, o el deseo por mujeres que te rechazan,
Hasta la admiración de aquellos que ni conoces.

Me veo cada mañana al espejo,
Veo cansancio oculto tras un par de ojeras,
Ira escondida tras un rostro agotado,
Justificado arrepentimiento.

Y cada noche pienso y sueño,
Pienso en vivir, y sueño como hacerlo.
Mi gran broma no se ha terminado aún,
Y tal vez cuando lo haga, el mundo la confunda con algo serio.